"El valor es la otra mitad del miedo. Sólo porque tengo miedo necesito valor... Si estoy bien preparado, y si llevo mucho tiempo viviendo mi desafío, si antes de hacerlo ya estoy soñando con él, planificando, preparando y entrenando... entonces, cuando empiezo a escalar, especialmente cuando estoy en una pared grande, sea cual fuere la dificultad, estoy tan concentrado que no existe nada más: sólo unos pocos metros de pared de la que cuelgo y por la que asciendo; y en esa concentración, todo parece muy lógico. Ya no hay peligro. El peligro se desvanece... Pero la concentración es absoluta."
Reinhold Messner nació y creció en Sankt Peter, en el valle Villnös del sur del Tirol, a la vista de la cadena de los picos de Geislerspitzen, y a los cinco años ya había escalado su primer tres mil acompañado de su padre. La montaña fue su cuna y su hábitat natural. Fue el primer escalador en conquistar los catorce ocho miles del planeta, y entre sus hazañas desmesuradas, al límite de lo imposible, figuran haber escalado el Everest en solitario y sin oxígeno, el Gasherbrum I (Pico escondido) y K2 al estilo alpino (es decir: con equipo mínimo y ascensión rápida), el Nanga Parbat, primera ascensión en solitario de un ocho mil, el Annapurna, primera ascensión por la cara noroeste...
El alpinismo es un deporte único porque tiene aspectos extraordinarios: se compite con uno mismo en un entorno natural pero muy agresivo (frío, obstáculos, metereología adversa, falta de oxígeno...), sin espectadores y con la muerte como posibilidad real y cercana. Quizá por todo ello un@ alpinista campeón@, más que ningún otro, ha de reunir características excepcionales de buena forma física, adaptación y conocimiento del medio, intuición, concentración, experiencia y, sobre todo, una gran determinación.
La determinación es la fase ejecutiva de la voluntad, y es una virtud que debe implementarse desde la inteligencia, desde luego, pero que una vez definido el objetivo y diseñada la estrategia, lleva al éxito por el mecanismo de prescindir de ulteriores dudas sobre la viabilidad de los términos o del tamaño de los obstáculos que se interponen. Ser determinante consiste en ejecutar sin mirar atrás o a los lados. Es la aplicación efectiva de la famosa frase "lo hice porque no sabía que era imposible".
Tratando con deportistas y emprendedores, y observando sus actuaciones durante años, me he convencido que la determinación es la mejor de las cualidades de un campeón@. Es como un envoltorio que empaqueta todas las demás cualidades: entrenamiento, habilidad, talento, voluntad..., un envoltorio que se encuentra un grado por debajo de la obsesión -es decir, que no llega a ser enfermizo-, pero que hace una diferencia ejecutiva que justamente es "determinante". Reinhold Messner la poseía en grado superlativo, lo que hacía que se plantara al pié de una montaña con una mochila, un piolet y unos crampones y la atacara de forma tan descarada que, antes que la montaña pudiera darse cuenta, ya la había coronado. Su extraordinario físico, su capacidad de sufrimiento y su habilidad como montañero hacían el resto.
Reinhold Messner: La vida al límite (Ediciones Desnivel, Madrid 2005)
National Geographic, diciembre 2006, Reportage de Caroline Alexander
www.biografiasyvidas.com/biografias/m/messner.htm
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