miércoles, 27 de febrero de 2013

LA DOCTRINA DEL CAMPEÓN 14




IDEAS Y PENSAMIENTOS QUE AYUDAN A CONFIGURAR UNA MENTALIDAD GANADORA




El futuro sólo llega un día a la vez
Es más fácil creer en lo imposible que en lo improbable
La experiencia es la parte de mar iluminado por la luz de popa de un barco
El olvido es la forma más refinada de venganza y de perdón
Nadie es tan feo como la foto de su pasaporte
Todo el mundo puede amar, menos los que siempre están tuiteando
No hay políticos más estúpidos y soberbios que los que han salido de la nada
Nuestra cabeza es redonda para permitir a los pensamientos cambiar de dirección
Quienes comparten nuestra niñez no crecen jamás
El bienestar empieza al sentirse satisfecho con pequeñas cosas
Todo lo que está entre paréntesis puede ser ignorado
Es más fácil militarizar civiles que civilizar militares
El que rehúsa los elogios desea ser elogiado dos veces
Si un titular de periódico termina con una interrogación, la respuesta es no
Siempre se mueren los demás






















domingo, 3 de febrero de 2013

GANADORES Y PERDEDORES





Un ganador es una mente que sabe a dónde va. Así de fácil. Y su mente le guía.

Un ganador es un hábil conductor de su propio vehículo vital. Decide lo que hará, decide por dónde pasará, decide qué logrará. Como un pequeño universo en expansión, con la acción misma irá creando su propio espacio-tiempo. Es un conductor de acontecimientos.

No nada contra corriente sino que utiliza la corriente para llegar a su destino. Está perpetuamente motivad@, concentrad@, entusiasmad@. Es consciente de los obstáculos que se van presentando y le divierte sortearlos con elegancia. Practica la ética y, si puede, la estética. Sabe perder batallas con una sonrisa porque sabe que, para llegar a ganar, hay que empezar por perder. Cuando pierde analiza minuciosamente dónde se ha equivocado y no busca excusas ni justificaciones ni atribuye culpas a terceros. Simplemente guarda los errores cometidos en algún cajón mental llamado "no repetir". Inmediatamente después borra todo lo demás y se pone a pensar en la próxima batalla. No ocupa su mente inquietándose por lo que hacen los demás, a menos que sea para aprender algo.

Un perdedor es una mente superada por los sucesos de la vida. Así de fácil. Y su mente le pierde.

Un perdedor es un pasajero de su propio vehículo vital. Cree inútil cualquier planificación en la constatación que el mundo es injusto y todo es cuestión de suerte. Se lamenta de su eterna mala suerte. Persigue objetivos irreales luchando contracorriente. Dedica mucho tiempo y esfuerzo a demostrar por qué tal o cual cosa nunca ocurrirá. No ve en el ganador un modelo a seguir sino un enemigo a destruir. Cuando pierde lo interpreta como una confirmación de sus predicciones de general injusticia: ¿ves? ya lo sabía. Es un pasajero de acontecimientos.

Un perdedor no se concentra, más preocupad@ por lo que consiguen los demás que por su propia línea de actuación. Un éxito ajeno le mortifica profundamente porque lo interpreta inconscientemente como una provocación: una especie de demostración viva de su, en el fondo, ya más que asumida incapacidad.

Por todo eso los ganadores resisten bien las derrotas y los perdedores, no.
Por todo eso los perdedores tienen muchos amigos y los ganadores, no.

Qué le vamos a hacer. Así va la cosa.