El legendario publicista David Ogilvy (mentalidad ganadora) fue un practicante de los Mind Maps, o mapas mentales que sirven para pensar, imaginar y ordenar las ideas (mientras dibujas) y de magnífica referencia global (cuando escribes un post, un artículo, un libro, o das una clase). El que vemos en la imagen tiene como tema "¿La tecnología está enriqueciendo o empobreciendo nuestras vidas?", y parece el mapa-guía de una conferencia concreta.
Cartografiar los pensamientos haciendo dibujitos para visualizarlos y tenerlos al abasto (para que no se dispersen) es una técnica sencilla y poderosa, y armoniza ambos hemisferios cerebrales. Un Mapa Mental combina ideas, palabras e imágenes sobre un solo espacio bidimensional. En la parte central acostumbra a encontrarse la idea principal o cuestión sobre la que reflexionar, de la que parten ramificaciones que son argumentos, con nuevas ramificaciones que pueden ser pros y contras, detalles y flecos. O también puede empezarse por arriba en la parte izquierda, e ir desarrollando el discurso en forma de dibujos de izquierda a derecha y de arriba a abajo. O cualquier otro sistema. Dibujar hace pensar, porque concentra la mente en un espacio reducido del que las ideas no pueden escapar mientras se piensan.
Otras veces, hacer dibujitos pude ser una excelente manera de atraer ideas innovadoras, diseñar proyectos en la mente o, simplemente, dejar volar la imaginación y ver a dónde te lleva. Si se hace regularmente, se verá que el nivel de concentración cada vez es más grande es decir, que la mente ha sido llevada a su nivel disociativo y que la forma de pensar racional y rectilínea ha sido abandonada en este periplo. No importa qué se dibuje. Si se tiene una agenda grande es mejor, porque los dibujitos permanecerán ahí para la posteridad:
Cuando se trata de un proyecto nuevo, la idea es una gran cartulina blanca y unos rotuladores de colores para pintar. O un programa gráfico de ordenador para los que ya no tienen papel ni saben para qué sirven los lápices. La cuestión es que te enfrentes a una página en blanco de tu vida que tú vas a redactar exactamente como quieras. Porque estás diseñando tu proyecto desde la salida (la voluntad) hasta la meta (el objetivo), y ahora vas a dibujar los planos (qué hacer y cómo llegar) de un edificio (en qué consiste el objetivo) que vas a construir. La eficacia de esta técnica es espectacular, y ayuda a descargar el peso de las responsabilidades sobre el papel: una especie de Pilot Chart de navegación que tranquiliza y hace sentirte dueñ@ de tu propia vida y de tu propio destino porque sabes por dónde vas.
Hace unos años, con motivo del cierre del año en el centro de formación Uddannelseshuset de Copenhague (Dinamarca), se celebraba una cena con los monitores y empleados del centro, y el director y amigo mío sentado a mi lado tenía que pronunciar el discurso. Lo hizo, y tuve la oportunidad de pillar el Mind Map del que se sirvió, que luego me regaló gentilmente:
Es muy sencillo pero está todo: del círculo central titulado "discurso de año nuevo" salen tres enramadas principales. La de abajo es la primera, y contiene todo el preámbulo: saludos de bienvenida, referencias a la fiesta, a la cena y al programa de la noche; agradecimientos por un buen trabajo. La de arriba a la derecha se refiere al año que está terminando: los logros, los hitos principales, los éxitos, los resultados económicos. La de arriba a la izquierda contempla el nuevo año que va a empezar: ilusiones, objetivos, nuevos productos, viajes...
Toda una vida puede ser cartografiada en un Mind Map, mientras que describirla en palabras requeriría un libro. Pero su efecto principal consiste en la fuerza que la mente concentra en el momento de elaborarla. Y tanto es así, que muchas veces resulta como le ocurrió a mi amigo, que ni siquiera le echó una ojeada durante el discurso. Tenía el contenido somatizado gracias al trabajo de elaboración del propio Mapa Mental.
LINK: www.ogilvynotes.com
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