lunes, 20 de junio de 2011

PALABRA DE DIOS

Isaac Aaron Rabin hablaba un día, durante sus rezos, con el Altísimo.
-Señor, en vuestros parámetros de eternidad, ¿es verdad que para Vos un instante de tiempo es como para nosotros un millón de años?
-Así es, en efecto, -respondió el Señor.
-Así pues, dentro de los mismos parámetros, lo que para nosotros sería un millón de dólares para Vos sería tan sólo un dólar, ¿no es cierto?
-Sí, podría decirse que sí, -contestó el Señor.
-Señor -prosiguió el piadoso judío-, soy un hombre pobre y honrado. Os pido que me hagáis la dávida de ese dólar.
-De acuerdo. Espera un instante, por favor -contestó Dios.


Reflexiones:
El tamaño de los asuntos es directamente proporcional a la importancia de quién los gestiona.
Los instantes son nuestro puesto de trabajo.
Juega mucho con tu mente, pero no andes jugando con Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario