viernes, 24 de junio de 2011

ACERCA DE LA SUPUESTA FELICIDAD

Ser feliz, ¿en qué consiste? ¿En estar en paz consigo mismo? ¿En aprovechar el valor del ahora? ¿Enamorarse? ¿Disfrutar de una familia? ¿Ser ric@? ¿Vivir una vida en plenitud? Y:
¿Es posible ser feliz todo el tiempo? ¿Para ser feliz hay que ser un poco tont@?

Una de las formas más extraordinarias de ser feliz inventadas por el hombre es la fe (en cualquiera de las religiones). La religión es un sistema mental de creencia que consiste generalmente en traspasar a Dios las responsabilidades e ignorancias que le atañen a un@ como supuesto ser inteligente: hágase Su Voluntad. La mente encuentra así un reposo estupendo y, liberada, puede ser feliz. Pero los problemas del mundo continúan; millones de niños mueren de hambre y de guerra; el planeta se deteriora... Y todos somos responsables aunque lo eludamos.

Otra cosa serían los "momentos de felicidad" disfrutados puntualmente por los seres humanos, a los que tenemos derecho y nos competen como individuos. Tenga usted todos los que pueda. La verdad es, sin embargo, que no tendrían que impedir nuestras actuaciones en beneficio de los demás. Porque parece que ésta es la auténtica fórmula de la felicidad. El que vive para ayudar, el que trabaja en favor del bienestar físico y mental de los que necesitan ayuda es el campeón. Ser feliz no consiste, al contrario de la extendida creencia, en poseer, en ser amado o ser ayudado, sino en dar, amar y ayudar. Cuando esto ocurre, en el cerebro se segregan un cúmulo de maravillosas substancias que proporcionan bienestar mental (al que sigue el bienestar físico). Todos estos campeones viven muchos años: la sociedad no puede prescindir de ellos.





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