domingo, 16 de octubre de 2011

LA PRETENDIDA SOLEDAD DEL CAMPEON


SI QUIERES VIAJAR A LAS ESTRELLAS, NO BUSQUES COMPAÑIA  (proverbio oriental)

Dicen que la soledad, cuando no es deseada, es la más terrible de las tragedias. Y que cuando es deseada, en cambio, es una auténtica bendición. Y yo digo: especial bendición es "mejor sol@ que mal acompañad@". Pues bien: hay algo terrible que acostumbra a ser el destino final de los campeones y de la gente exitosa en general: quedar por siempre mal acompañados es decir, rodeados de todo un parsifal de minúsculos seres envidiosos que les hacen la pelota pero que en realidad intentan derribarles para demostrar que los exitosos son igual de burros que ellos mismos. Resultan extremamente pesados, aunque hay ganadores perversos que han aprendido a utilizarlos como payasos y lacayos cuando necesitan compañía o entretenimiento. Esta característica es en general mucho más propia de los países latinos que de los anglosajones, según pienso.

En lo que yo he visto, sobretodo en los países latinos, los bares y discotecas están llenos de seres que publicitan sus logros pasados y futuros a bombo y platillo. A esos sólo los borrachos les hacen caso. Fuera de los bares están los más serios, pero cuando empiezan  a perseguir su sueño y lo comentan, aparecen amigos y conocidos que tienden a desaconsejar el proyecto con comentarios tipo "es muy difícil" o "si no tienes padrinos..." o "te vas a estrellar". Vaya, pues recibir este tipo de comentario puede ser señal que el proyecto es bueno. Y a partir de aquí a los futuros campeones más les valdrá mantener la boca cerrada y empezar a pensar y trabajar en silencio, y no volver a compartir este sueño con nadie. La soledad del campeón es ahora. Así conseguirán, entre otras cosas, la paz necesaria para avanzar sin obstáculos mentales obsequiados. Además, los proyectos demasiado aireados tienden a arruinarse yo no sé por qué.

Cuando nuestros campeones consiguen finalmente su objetivo (recuérdese que no estamos hablando necesariamente de logros deportivos sino de todo orden: de logros personales, profesionales, educativos, financieros, artísticos, sentimentales), si el triunfo es importante o notorio, enemigos desconocidos surgen de debajo de las piedras, y espontáneos amiguetes proliferan de manera descarada. Así que de solos, nada. Pero los que están ahí, y se alegran muchísimo, y celebran el éxito con el campeón@ y le halagan y dedican piropos, ¿son auténticos? Claro que no, y suelen desaparecer rápidamente. Los amigos auténticos continúan como siempre (como antes, mientras y después de la batalla), son discretos y les da igual que el campeón@ sea o consiga lo que quiera o no. Sólo les importa la compañía de siempre y conservan la honesta disposición de ayudar si es necesario. Curioso, ¿verdad? Los amigos de verdad siempre son los que menos lo parecen.

Yo diría que la sociedad se divide entre los que tiran del carro y los que van a remolque. Los que tiran del carro son desde luego los menos: seres que decidieron que querían ser dueños de su destino y pensar y trabajar y ser diseñadores de un proyecto propio de vida; y como el gran pez de lo alto de la cadena alimentaria que lleva siempre un séquito de peces piloto y rémoras y parásitos que viven de las sobras de lo que caza el gran pez, nunca están solos. En las familias suele suceder lo mismo: hay uno que trabaja mucho, que lleva la iniciativa, que genera recursos, a quien todos los gandules de la familia que está sustentando tienen entre ojo y ojo. Si ese ejemplar de familiar generador de recursos un día colapsara, tampoco se quedaría solo: todos los mantas de la familia estarían ahí afeándole la conducta y recordándole los por ellos advertidos peligros y las lógicas consecuencias de la ambición (ya te lo decía yo).

Todavía hoy sigo sorprendiéndome de ver que los mantenidos odian tanto a sus mantenedores y tratan, por todos modos, de molestar su trabajo y hacerles la vida imposible. No parece muy inteligente, ¿verdad? Lo lógico parecería facilitarle la vida al generador de riqueza en aras de mantener el cómodo status. Pero no. Puede más la visceralidad de la propia vanidad herida por los éxitos de ése campeón@ "con tanta suerte en la vida".

Ser campeón@ -es decir, conseguir los objetivos propuestos- implica ser fuerte también para inhibirse de los movimientos externos de rémoras y sabandijas y ser inmune a ellos. La indiferencia es la única defensa contra este tipo de actuaciones. Dejar que vayan desapareciendo para que puedan florecer después, entre esta hojarasca histérica y gusanil, los verdaderos amigos y amores que estaban esperando tranquilamente a que se calmara un poquito la tempestad. Habrá pocos, pero serán verdaderos. Asi que el campeón@, para bien, tampoco esta vez estará sol@.

PS. En los países anglosajones existe una cultura de personajes que lo han hecho que utiliza campeones deportivos, empresariales, artísticos, sociales o científicos como modelos de comportamiento ganador. Éstos, lejos de generar envidias o resentimiento, se verá que tampoco están solos porque tienen una verdadera pléyade de niños, jóvenes y gentes en general diciendo "yo quiero ser como tú" o "¿cómo lo has conseguido?" En América sobretodo, acaban siempre dando conferencias o escribiendo libros de memorias con el relato de "Cómo lo hice". Acostumbran a ser leídos como auténticas biblias del tema que sea: con fervor y devoción ilimitados. Estoy esperando con curiosidad indisimulada cuándo saldrá el titulado "Yo maté a Bin Laden".


Frases:
La soledad lo es todo cuando no tienes nada
La soledad es magnífica rodeada de un gran lujo
Si lloras cuando estás sol@ las lágrimas no te dejarán ver a los que quieren estar contigo

Canción:
La Soledad (Laura Pausini) www.youtube.com/watch?v=wCQwxpo2MSE

Película:
La Soledad
Jaime Rosales   2007    133'

Links:
www.fluvium.org/textos/mujer/muj112.htm
www.inteco.cl/temas/t0104a.htm











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