martes, 8 de noviembre de 2011

EL PENSAMIENTO NEGATIVO


Es sabido que los niños pasan por una etapa en la que siempre contestan "no" cuando se les pregunta cualquier cosa (probablemente porque han fijado la palabra que más les dicen los adultos) Un día le preguntaron a uno:

-¿Tú siempre respondes que no?
-No -respondió el niño.

Puede hacer gracia, pero si lo pensamos bien veremos que decir "no" resulta con frecuencia positivo. Negar la negación es positivo. El pensamiento positivo está lleno de negaciones de todo lo negativo: no a la pobreza, no a la ignorancia, no a la corrupción, no al terrorismo... El pensamiento negativo en cambio es la negación de lo positivo, pero sobretodo es un intento de deconstrucción sistemática de las acciones o ilusiones constructivas de los demás. Es una oposición permanente no fundada en argumentos, sino tan sólo en rabia, envidia o vaya usted a saber qué profundos sentimientos enredados en los vericuetos del alma humana. Muchas veces es simplemente la frustración que le produce al negativo la presencia de un ser que aparentemente resuelve y construye con facilidad dejándole -según su propia apreciación-, en evidencia.

Convivir con personas negativas es un horror. No se puede estar luchando contra el temporal y al tiempo con el marinerit@ tocapelotas de a bordo. No se puede intentar montar el tinglado mientras el que está a tu lado (a veces la persona más querida) te lo va tumbando cada vez que pones una pieza nueva. Si usted ha decidido perseguir un sueño deberá apartarse de este tipo de personas. Porque aunque construya una coraza mental en la que reboten los mensajes negativos, los seguirá recibiendo subliminalmente y se irán colando como gusanos en su nivel subconsciente, con resultados aún peores. Todo lo que oímos o de alguna manera percibimos queda registrado en ese nivel. Incluso cuando dormimos.

Otra cosa más: el pensamiento negativo es más poderoso que el positivo. Esto puede sonar horrendo, pero es constatable todos los días viendo, por ejemplo, como sólo la noticias negativas tienen universal audiencia en los medios de comunicación. Es el lado oscuro de la fuerza que utiliza el malvado Dart Vader de La Guerra de las Galaxias. Potente pero ciego. Habitualmente estúpido. La fuerza positiva no es tan poderosa pero tiene de su lado a la inteligencia y esto, como mínimo, equilibra la balanza. Es una historia tan antigua como el comienzo de los tiempos, con los ángeles rebeldes enviados al Infierno donde conspirarán permanentemente contra la Sabiduría y la Paz. La fuerza negativa es intrínseca a la naturaleza y trabaja sola (es la entropía o segunda ley de la Termodinámica: todo se encamina desde el orden hacia el caos; los vasos que caen al suelo se desordenan en mil pedazos; los objetos abandonados se desintegran con el tiempo; la vida tiene como destino final la muerte). La fuerza positiva debe trabajarse todos los días desde la mente gloriosa y sabia, y estar acompañada de trucos excelentes como la unidad, la cooperación y la combinación de muchas fuerzas positivas: el amor como número uno, el trabajo, la solidaridad, la ayuda a los demás, el pensamiento y la creatividad para el progreso social. Según todas las religiones, las fuerzas del Bien (después de haberlo pasado mal) conseguirán la victoria definitiva al final de los tiempos.

Pensar en positivo es extraer de las personas, de los sucesos y las situaciones aquella parte útil para armonizar y crear, a veces efectivamente enterrada en un montón de mierda circundante. Si usted bucea en los arrecifes de Cuba puede quedar embelesado por la contemplación de los corales, de los peces tropicales nadando elegantemente, de los grandes azules y verdes de las aguas y armonizarse de tal manera con el medio que tendrán que sacarlo de ahí casi a la fuerza, mientras su compañero buceador está cogiendo frio en el agua, se ha pinchado con un erizo y un tiburón le ha dado un susto y quiere salir del agua lo antes posible, y sólo ha sido capaz de extraer lo negativo de la experiencia. El mismo medio ha aportado mucho al primero y le ha restado armonía y felicidad al segundo. Lo culpa no es del mundo, sino de la interpretación y uso que la mente de cada uno ha hecho de él.

Muchos libros de auto-ayuda, astrología, adivinación, etc. parecen confundir el término pensamiento positivo con las frases de autoafirmación, filosofías de lo positivo y eslóganes para el bienestar. Las formulan de forma lapidaria, y raras veces exlican cómo incorporar todo eso a la personalidad del sujeto. Pensamiento positivo es una armonía total con el entorno productivo. Es la generación de un estado de ánimo automático durante el cual se vierten a los circuitos cerebrales todas esas drogas maravillosamente naturales del bienestar como la dopamina. Pero hay que andarse con cuidado con las autoafirmaciones (soy el mejor; llegaré a ser el Presidente; este partido lo vamos a ganar, etc) porque son la herramienta más agresiva del pensamiento: de hecho sólo pueden usarlas con beneficio mentes campeonas antes y despues de la competición (o antes de abrir la puerta de un banco para pedir un crédito o antes de...lo que quiera) es decir, durante la llamada fase de "estrés positivo". La autoestima debe ser enormemente alta para que tenga efecto. Implementar este tipo de afirmación sin una previa base de entrenada autoestima puede ser contrapoducente, producir depresión, sonar ridículo, y conducir a fases de pensamiento muy negativas.

Es justamente el pensamiento positivo (el que no busca justificaciones, el que no está irritado, el que acepta el mundo tal como es aunque intenta ayudar a los demás, el que ama sin exigir ser amado) el que acaba construyendo tranquilamente y a base de practicarlo, capa a capa, la autoestima. Y desde ella sí que todo va a ser posible (incluídas las autoafirmaciones).

Y es muy divertido ver como la negatividad de algunas almas humanas se estrella contra el envoltorio de la indiferencia soberana más supina del campeón@, que es como decir: no, amigo, no tienes el nivel suficiente para que me interese comunicarme contigo. O, para decirlo como Rick (Humphrey Bogart) en la película Casablanca:

Ugarte : Tú me desprecias, ¿verdad Rick?
Rick    : Si alguna vez pensara en tí, es posible que te despreciara




PS.  No intente "evangelizar" positivamente una mente negativa que se encuentra a su lado porque, además de no conseguirlo, acabará usted contaminad@. Este trabajo tiene que realizarlo, si quiere, la persona por sí sola. En la mayor parte de estas situaciones, la única solución consiste en huir.





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