Cuando se mira por un telescopio y se ve esto en directo se le corta a uno el aliento. Ése u otro descomunal objeto estelar vivo colgado de la nada espacial, albergando cientos de miles de millones de gigantescas estrellas cada una con sus planetas y sus satélites: que para llegar hasta él navegando a la velocidad de la luz necesitaríamos trescientos millones de años... ¿alguien puede creer que la existencia de tal cosa no tenga algún sentido? Y hay un billón de estos objetos en el universo visible. Es cierto que sentimos ante tal espectáculo nuestra infinita minusculosidad como seres humanos, pero no es menos cierto que somos nosotros los que le observamos a él. Algo debe significar. Pero además resulta que la estructura neuronal de un cerebro humano es chocantemente similar a la de este universo así que, cuando lo observamos, ¿estamos mirando la estructura neuronal del cerebro de un dios@? ¿Cuál es el posicionamiento de nuestros pensamientos en los buscadores infinitos del universo? ¿Es el universo un fenomenal software operado por unas mentes altísimas y superevolucionadas? Visite: http://apod.nasa.gov/apod/archivepix.html
Lo cierto es que nuestra mente es cualitativamente idéntica a la mente del universo (una parte infinitesimal de
ella) o, si lo prefieren, Dios nos creó a su imagen y semejanza. El resultado será el mismo: disponemos en nuestro interior de una pequeña parte del poder de un dios@, y es fácil aprender a usarlo. El límite lo pone cada uno.
*Fuente: Astronomic Picture of the Day Archive Nasa/Esa/Hubble Heritage
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