sábado, 3 de diciembre de 2011

LIBERTAD Y JUSTICIA, ¿SON PAREJA?




Con el amor no valen sortilegios. Amar es algo que sale de la esencia misma del ser libre, y aunque usted hipnotizara a alguien para que le amara (alguien que se dejara, por supuesto, porque si no es imposible hipnotizar) no serviría para nada. Porque es bien sabido que el hipnotismo no funciona para que alguien haga algo en contra de sus creencias naturales libres y arraigadas. Nadie ha sabido jamás de qué lugar de la mente sale esta fuerza maravillosa que hace que una persona quiera a otra, al principio desconocida, en uso de su libertad. Si desaparece esa libertad no es posible amar. Cuando se quiere forzar a alguien, no funciona. Incluso cuando alguien se fuerza a sí mismo a amar, tampoco funciona. Amor y libertad van juntos, y eso es aceptado hoy por todo ser digamos intelectualmente civilizado.

No siempre ha sido así. Casi nunca ha sido así. Todavía hoy a la gente de hoy se le imponen a la fuerza amores para nada correspondidos: amor a un espos@ pre-concertad@, amor a una familia dinástica, a un patrón forzado, a un rey obligado, a una patria impuesta, al profeta de una religión y no digamos ya a dios, a los santos y a toda suerte de iconos sagrados como cruces, estrellas, estatuas y reliquias.

Contemplar la libertad desde el punto de vista del amor nos permite empezar a comprenderla un poco mejor. ¿Qué es la libertad? Yo he preguntado muchas veces a la gente si se consideran personas libres, y nunca nadie me ha contestado que no. ¿No es esto algo sospechoso? ¿O es una buena noticia? ¿Y la libertad ama a la justicia? ¿La justicia ama a la libertad? Son dos preguntas complejas. Yo no sé contestarlas ni a nivel social ni a nivel individual y me encantaría que alguien pudiera iluminarme al respecto. Está claro que estamos hablando de la libertad y justicia humanas, y por tanto sumamente imperfectas. Me gustaría mucho saber por ejemplo qué es objetivamente la justicia, y constato que mucha gente tiene una percepción social absolutamente personal de ella, es decir, pasada por el cedazo de cultura, intereses y creencias, e interpretada a partir de su propia situación en la sociedad. Si a esto le añadimos la deformación mediática en casos que saltan a luz pública... Pero no hablemos de esa justicia. Me gustaría referirme a lo habitualmente injusto de las relaciones basadas en el amor, donde la balanza suele encontrarse muy decantada a uno de los dos lados. Y, sin embargo, cada día está más claro que el que más da es el que más goza, así que la balanza inclinada del lado contrario sería una buena señal.

Si queremos saber como funciona el puro amor en libertad total, deberemos aproximarnos a la contemplación del amor de una madre por su hij@, posiblemente la más potente manifestación de esta fuerza en el mundo de los humanos vivos. Entrega total sin condiciones, sin pretender nada a cambio: un amor que florece en la tierra de la más absoluta libertad, superior incluso al amor propio. ¿Podremos aprender de él, podremos tomarlo como modelo de comportamiento e intentar acercarnos a su nivel cuando nuestra conciencia haya decidido amar a alguien libremente sin condiciones y sin pedir nada a cambio? Amor y libertad parecen ser pareja, pero amor y justicia desde luego que no. Y ¿qué más da? Al amor no le interesa si la relación es justa o no, y es precisamente este hecho que lo hace tan libre.

No soy para nada experto en relaciones de pareja, y siempre me he preguntado qué significa vivir un amor de pareja en libertad, como tantas veces se oye. ¿Significa que cada uno puede ejercer la libertad fuera de la pareja (pero no lo hace por que no le apetece); significa que esa libertad es ejercible sólo dentro del ámbito de la pareja (es decir, todo lo que hagamos lo compartiremos), o acaso significa que en uso de nuestra libertad decidimos enjaularnos juntos? Supongo que cualquiera de estos casos implica el respeto a la individualidad del compañer@

Lo que sí tengo claro es que amar libremente es la única cosa que da sentido real a nuestra existencia. Porque creo que, de todas las fuerzas que interaccionan en el universo, el amor es la única fuerza eterna, y no lo digo en sentido místico sino en sentido absolutamente literal y físico. La justicia tiene el deber de amar a la libertad, pero rara vez lo hace. La libertad besa a la justicia si ésta se deja, pero sólo como amante ocasional. El amor es el único amante serio compatible con la libertad y con la justicia. Vaya lío.


CITAS SOBRE LA LIBERTAD:

La mente es la única cosa posiblemente libre de toda tu identidad
La libertad es la capacidad del ser humano de elegir sus propias cadenas
Donde vive la libertad, ésa es mi patria

CITAS SOBRE EL AMOR:

El amor es la alegría de los buenos, la reflexión de los sabios, el asombro de los incrédulos
Un día le dijo el amor a la amistad: ¿si ya existo yo, por qué existes tú?
Con amor y aguardiente, nada se siente

CITAS SOBRE LA JUSTICIA:

Cuando alguien pide justicia, lo que pide en realidad es que le dén la razón
En una dictadura la justicia es peligrosísima
Es más fácil ser caritativo que just@

PROVERBIO ÁRABE:

En el mundo hay tres cosas imposibles de esconder, que son: el amor, el humo y un hombre montado en un camello

No hay comentarios:

Publicar un comentario