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lunes, 18 de julio de 2011

AVATAR

Qué maravillosa película para quienes gusten del cine como espectáculo y de las historias fabulosas y de los mundos de la fantasía soñable. Como también de la más que probable existencia de centenares o miles de civilizaciones extraterrestres, en sus distintos grados de evolución, por este universo. Hace doscientos millones de años sobre el planeta tierra sólo había dinosaurios, y durante millones de años reinaron en el planeta. Muchísimos más años que nosotros. ¿Qué podría haber dicho un astronauta, de quién sabe qué planeta lejano, al llegar a la tierra en este tiempo? Algo así como: "bueno, interesante planeta lleno de vida, pero también lleno de bicharracos alucinantes, de todos tamaños y modelos, para flipar". ¿Una somera idea de lo que nos puede esperar el día que logremos poner el pié en planetas extraños?









Foto:
Cúmulo galáctico de Pandora





En esta película, Pandora es una luna del planeta Polifemo habitada por una raza humanoide llamada na'vi. Los avatares son las mentes de los científicos trasladadas a un cuerpo artificial idéntico a los na'vi utilizado para facilitar la comunicación con ellos. El científico terrestre se coloca en una cápsula de alta tecnología donde su cuerpo queda en inmovilidad mientras su mente es trasladada al cuerpo artificial al que anima. Cuando la mente regresa al humano, el cuerpo na'vi queda inanimado.

Según José María Prieto, catedrático de psicología de la Universidad Complutense, "persona y personalidad tienen una relación etimológica desde la Grecia antigua, como yo y la máscara que me pongo, algo muy evidente en el teatro clásico. En internet el avatar es un modo de representarte a tí mism@, de poner en la pantalla tu yo ideal". ¿Qué nos impide crear avatares mentales de nosotros mismos, de lo que queremos ser, de lo que queremos lograr, haciéndolos actuar en la mente mientras nuestro cuerpo está en reposo, como un ensayo general de la realidad que deseamos alcanzar? No es más que una ensoñación sistematizada, repetida consecuentemente para que acabe produciéndose. Desdoblarse mentalmente en un avatar ideal es una manera muy útil de poner en marcha las redes neuronales que en el hipocampo cerebral acumularán la información necesaria para estos propósitos, de la misma forma que cuando se aprende, por ejemplo, un idioma. ¿Hay contraindicaciones? No, si usted es sensat@: si tiene cincuenta años y pesa noventa kilos no pretenda batir la plusmarca mundial de los cien metros lisos. Además, el que tiene problemas consigo mism@ también los tendrá con su avatar, así que lo primero que tendrá que hacer es usar su avatar para resolver estos problemas.

Es muy fácil: relajarse encima de una cama, inmovilizarse y empezar a construirlo en la mente. Usted es el/la guionista de la película protagonizada por su avatar.